¡Santo Subito! que se diría en Roma. Ciertamente lo que importan son los tres puntos, el hecho de que el equipo, a expensas de lo que haga el Zaragoza, está en puestos de Champions, con el primer tercio de la Liga cumplido. Todo a ello pese a que el Atlético hizo un partido rácano, y claramente a la defensiva tras la sustitución de Torres; jugó con fuego y no se quemó gracias a Leo Franco, que claramente ha salvado tres puntos para el equipo.
Y mira que empezó bien, los primeros diez minutos fueron de bastante calidad, aunque tampoco fueron los mejores momentos de la temporada, según decían Montes y Salinas. Así es como se debería empezar siempre en el Calderón. Acoso. Se demuestra quién manda, y si el físico lo permite hasta que se marque no se afloja. Tras esos minutos eléctricos, el Atlético empezó a especular, el Betis se lo creyó y empezó a acercarse. Hasta que la cogió Maniche, Agüero intentó pararla y salió rebotada para que un Galletti inspiradísimo disparase a gol. Y mira que lo hemos criticado, y mira que lo vamos a criticar (si hace cosas como ésta no, desde luego), pero ahí está. Los diez últimos minutos de la primera parte también fueron de claro dominio atlético, con el Kun facilitando las cosas a Torres (y pillando por ello).
Y ahí se acabó la cosa en ataque. La segunda parte fue una sucesión de pérdidas de balón, de defensa arriesgada y de cambios cobardes. Del primer penalti no hay mucho que decir, Perea pica y hace falta. Franco héroe, una lo para y otra se la encuentra. Del segundo, es vergonzoso que se señalen cosas así. Contacto hay, un poco de teatro y venga, otro penalti. ¡Alegría!. San Leo Franco. Y no es la primera vez que lo hace, ya paró dos al Sevilla en aquel robo manifiesto que fué el Dia Ballantines. Antes, Aguirre quitó a Agüero y metió a Mista -vale, aceptamos barco- y luego se lució quitando a Torres y metiendo a Costinha, es decir, metiendo gente en medio y renunciando a rematar el partido a la contra. Salir, salir, salió bien, pero por el que está bajo los palos. Está bien que el equipo sepa defender, pero es preferible que meta más goles que el contrario, ¿no?.
- Rico.
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