Atlético - Racing: Mercancía de la buena.

Este Atlético, si se me permite la expresión, es como la droga. Hay días en que te hunde y te deja en la miseria, hay días en los que tienes un “mal viaje”, como en Murcia, y hay días en que la “mercancía” está bien cortada y te da un subidón. Y te hace esperar con más deseo el próximo “chute”. Como ayer.

Supongamos que tu “narcotraficante” se ha gastado una gran cantidad de dinero en traerte la mejor “mercancía”, pero, como a tí, “dealer”, sólo te interesa maximizar beneficios y no fidelizar clientes, cortas mal la “mercancía”. Eso ocurrió en el Bernabéu y en Murcia. Aguirre peca de conservador, de con cero uno ganamos, de no corramos mucho que la temporada es muy larga, etc. ¿Y que ha sucedido?. Que ha estado cerca del despido. Si tus jefes se gastan 80 millones de euros, qué menos que poner a los jugadores que están mejor, en sus sitios naturales, y hacer algo que a veces parece muy difícil, algo que sin embargo no lo es tanto: ponerles a jugar al fútbol.

Y eso es lo que pasó ayer, ni más ni menos. El partido empezó a romperse por el medio, donde menos se esperaba. Raúl García aporta mucha fuerza en la zona central, y si aprovecha los balones que acaban en la frontal, se puede hinchar a meter goles. Maniche parece que ha dejado atrás los excesos de épocas anteriores, y si bien no parece capacitado para dar el último pase, estuvo bien en la recuperación de balón en campo contrario y se atrevió con el disparo, impresionante su tiro al palo. La defensa, salvo imprecisiones en los compases iniciales de Pernía y una amarilla muy temprana de Seitaridis, estuvo bien y rápida al corte, lo que de por sí es una noticia.

Podemos restar importancia a meterle cuatro al sexto clasificado de la segunda división turca, pero no se puede negar mejoría cuando se le marcan cuatro al Racing, que quizá no juegue bonito, pero saben lo que se hacen. El cántabro es un equipo guerrero y experto en salir con holgura de la zona baja de la tabla. Quizá el Mallorca del anterior partido tenía más talento, pero a final de liga acabarán cerca uno de otro. Al Racing le afectó mucho la expulsión de Jordi (tras un robo de balón de Reyes, gran actuación la suya).

Si hay cuatro extremos en plantilla, los titulares tienen que darlo todo y en ese momento se saca a los suplentes para mantener la velocidad y el desborde. Por fin Aguirre se dio cuenta de que no puedes cortar el género con cualquier cosa, que el que entra se tiene que partir el pecho y aportar algo, y hay que darle tiempo de juego, no los minutos finales. Hay cosas mejorables, como que a veces se rasea demasiado y en los cambios de orientación los balones han de pasar siempre por el medio, perdiendo tiempo que se podría ganar con un pase largo, pero son detalles menores.

Y la delantera. El Kun, tres goles en cuatro partidos de Liga, se ofrece, desborda, se lleva las patadas y marca hasta de cabeza. Da gusto verle. Increíble Forlán, todo el partido cubierto, ofreciéndose a los compañeros muy lejos de su sitio, pero tiene una y para dentro. Y qué jugada la del gol de Simao, qué manera de luchar un balón, esa es la entrega que tiene que verse a este equipo. Lo dicho, esto es droga de la buena. Y en nada visita a Bilbao, a ver que nos vende el “dealer” Aguirre…

- Rico.